Una dureza o un callo, de forma técnica llamado tilóma y heloma, es una formación benigna de células epiteliales.
Las durezas o callos, siempre aparecen en zonas del pie donde hay más fricción, roce o presión, como puede ser en la planta(zona metatarsal), entre los dedos(interdigital u ojo de gallo), encima de los dedos(en el dorso de los dedos) o en el final de los dedos(en el pulpejo de los dedos), por ejemplo.
Es por ello, que detrás de una dureza casi siempre tenemos un problema de sobrepresión ósea, es decir, una parte de hueso (como por ejemplo un metatarsiano, un dedo, un juanete, etc) genera una hiperpresión que provoca el inicio de un callo o dureza doloroso, y que hace que siempre salga en el mismo sitio hasta que el profesional actúa para solucionarlo de forma definitiva.
Los lugares más habituales donde aparecen las durezas cambian dependiendo del tipo de pie, pero debajo de los metatarsianos y en los dedos de los pies es el lugar más frecuente, también llamado coloquialmente “ojo de gallo”.
Respecto al tratamiento, tenemos dos opciones; por un lado la opción paliativa, que es desbastar las durezas o callos para disminuir su grosor y que duele menos durante un tiempo, pero como la causa que hemos mencionado anteriormente sigue estando, el paciente tendrá que volver de nuevo a consulta en un periodo no muy lejano.
En los casos donde el callo o la dureza tiene una localización plantar, también se podrá plantear el uso de unas plantillas, para así, quitar presión al hueso que provoca la aparición del callo y dureza dolorosa y disminuir el dolor.
La segunda opción, es buscar una SOLUCIÓN DEFINITIVA, a través de la Cirugía Minimamente Invasiva, donde mediante una incisión de no más de 1-2mm, resolvemos la causa primaria que produce el callo y la dureza dolorosa.
Ventajas de la Cirugía Mínimamente Invasiva
RÉGIMEN AMBULATORIO
El paciente regresa a su casa andando por su propio pie al finalizar la intervención.
MARCHA INMEDIATA
La colocación de unos vendajes especiales y un zapato determinado permite la marcha inmediata.
SIN TORNILLOS NI AGUJAS
En la mayoría de los casos, con la colocación de unos vendajes especiales suele ser suficiente.
RÁPIDA RECUPERACIÓN
Incorporación por parte del paciente a sus actividades cotidianas en un corto espacio de tiempo.
ANESTESIA LOCAL
En la intervención no precisa anestesia general, ni epidural.
MENOS DOLOR
Menor dolor postoperatorio al existir menos agresión en los tejidos.
MENOS INFECCIONES
Menor riesgo de infecciones y mejor cicatrización de los tejidos.
MENOS COSTE
Disminución de los costes quirúrgicos al no precisar hospitalización.
Casos Clínicos